Llegué a Platanus el 2016, cuando eran los socios y 4 contratados. Hoy somos 35…
Trabajo en Platanus hace 5 años, haciéndome cargo de las oficinas en las que hemos estado y de la administración en general, y he tenido la oportunidad de ver cómo hemos crecido y cambiado, de ver cómo ha mutado y cómo se ha hecho más y más conocida. Pero es hasta hoy en pandemia, en que realmente he valorado en su máxima expresión, lo que es trabajar aquí.
Soy mamá de 3 niños menores de 8 años. Dos recientes “homeschoolers” y uno que acaba de cumplir 1 año.
Antes de la pandemia tenía la fortuna de poder compatibilizar mi trabajo de medio día con la crianza y mi tiempo libre, teniendo esa pega envidiada por vari@s. Me faltaba tiempo para hacer las cosas, pero uno se las arreglaba.
A fines del año 2019, en pleno estallido social, quedé embarazada de mi tercer hijo, con la incertidumbre que ello implicaba, pero haciéndole caso a ese último bichito que me decía, “dale, tú puedes, un último esfuerzo”. Yo sé que es harto, pero con mi marido queríamos un tercer hijo.
Todo estaba bien, iba a gozar este último embarazo descansando, teniendo tiempo para mí; total, con hijos ya en edad escolar fuera de la casa gran parte del día, iba a ser como si fuera mi primer pre y post natal, pero... llegó nuestro querido COVID 19.
“...Levántate que tienes clases” “no, no puedes hacer la clase en pijama!” “Te sentaste? Imprime las hojas!” “No, no te pares! quedan 20 minutos más!” “Apaga el micrófono, shhh” “La EME con la A, MÁAA, la TE con la A, TÁAA”
Uff, nadie me dijo cómo iba a ser y el esfuerzo que implicaría para tod@s las mamás/papás del mundo vivir esta experiencia.., claramente mi postnatal de ensueño, no fue lo que pensaba, y lejos de eso, fue lactancia, hojas impresas, sumas y letras. Mi pobre guagua permanecía abandonada en el coche, mientras yo practicaba sílabas 🤦🏼♀️
De las cosas exigentes y difíciles de la vida, de esas que te ponen a prueba.
Termina mi postnatal, mi guagua ya está grande y hay que volver a la pega, lo cuál también necesito con urgencia porque un año de homeschool nos hizo pebre a todos, y la pega es salvadora.
Vuelvo a trabajar a Platanus con un poco de incertidumbre y nervios clásicos de volver, a un equipo aún más grande y con otras dinámicas post COVID... y yo ya no soy la misma. Antes tenía dos hijos escolares más independientes, un marido en la pega y trabajando en un equipo 40% más chico, con mi tiempo libre casi intacto. Este 2021 tengo 3 niños, dos en homeschool, una guagua con algunos temas de salud que requieren toda mi atención, un marido trabajando en la casa, un virus con el cual vivir, y a mi pega con mucha gente nueva.
No soy la misma, definitivamente 2019 versus 2021, no soy la misma, y ya mi tiempo libre tiene otra connotación, ahora es tiempo en casa y tiempo con mis hijos que requieren estar encima. Es tan difícil compatibilizar!!
En este camino, Platanus ha sido mi salvación! Y es ahora que lo valoro aún más, el gran equipo que somos, el apoyo constante de todos y cada uno de los que trabaja aquí (especialmente de la Rafa, mi partner) y valorando mucho más la calidad humana de cada uno de sus integrantes.
Soy una mujer que necesita trabajar, por mi salud mental, porque necesito tener mi pega, mis responsabilidades, mis temas, desarrollarme como mujer además de mamá, y doy gracias por trabajar en una empresa, donde lo prioritario es la cultura, donde principalmente lo pasamos bien trabajando, donde el grupo humano es bacán y con el que no hay miedo a preguntar y a equivocarse. Somos 35 personas dispuestas a ayudar a los 34 restantes y a entender que tus prioridades valen.
No había querido tanto mi pega hasta hoy!
Hoy soy capaz de ver la locura de la pandemia y el homeschool en paralelo, sin descuidar ni mi pega, ni a los niños y mucho mérito se lo lleva el tipo de empresa que es Platanus, donde manejo mis tiempos, mi horario y no necesito que nadie esté viendo mis avances, porque simplemente me gusta hacerlo!
Trabajar en Platanus, es trabajar en el futuro, en empresas donde vale mucho “tu propio mundo” y no solo producir. Gracias a esto, puedo seguir siendo el pulpo que debo ser como mamá, profesora, profesional, mujer; y de paso cuidarme a mí misma y no morir en el intento.
Hoy en el equipo somos más de 10 mujeres, y espero por el bien de nuestra sociedad, que cada vez hayan más y más trabajos para las mujeres como el que yo y mis compañeras tenemos en Platanus, qué lejos de querer evitar las responsabilidades y el desarrollo profesional, estamos impacientes por dejar una huella en cualquiera de nuestros ámbitos! Dándonos FOMO perdernos esto!!
Hoy lo puedo ver en perspectiva, abstraerme y verlo desde afuera. Este año y medio de esfuerzo ha sido puro aprendizaje, doloroso e intenso, pero puro aprendizaje.
Termino de escribir el día que aparecen los cambios del “Plan Paso a Paso”, donde los niños pueden ir por fin a clases, aunque volvamos a cuarentena, NO SE PUEDE CREER.
Pero sí hay algo que quiero agradecerle al COVID, es que me haya dado igual este año y medio, porque aprendí a valorar a mi familia, mis hijos y mi rol de mamá. Fue difícil, pero esto me ayudó a darme cuenta que somos frágiles y vulnerables en todo momento, que la vida es corta, y que si decidí formar familia y tener hijos, debo aprovecharlo al máximo. La crianza infantil pasa en un suspiro; no te das cuenta y los enanos ya te piden permiso para ir a bailar y llegar tarde!
Entonces, qué imporrrta que haya que ayudarlos en las tareas, qué imporrrta que se metan a tu cama en la noche, qué imporrrta que griten “mamáaaa” 150 veces en el día. ¡Me queda tan poco de eso!
Así que querido COVID, homeschool, y pandemia; gracias finalmente por enseñarme a disfrutar lo que tengo, valorar Platanus cada vez más, valorar aún más mi vida y mi proyecto familiar.
Gracias Platanus por hacerlo desafiante, entretenido y llevadero! Ser mamá y trabajar contigo, es BACÁN!!
*FOMO: Fear of missing out.